La carta invitación, es meramente una INVITACIÓN a que Usted revise su inscripción inicial al IMSS donde calificó la clase en aquel momento. Probablemente lo realizó bien en su momento, pero las empresas son entes o negocios en marcha, es decir van transformándose o cambiando, no son estáticos. Se requiere vigilarse si el negocio ha realizado transformaciones en sus líneas en la producción o por la prestación de servicios, en ese momento que cambia, debiera posiblemente cambiar la calificación de la clase, por consiguiente la prima también.
Los negocios o patrones no vigilan estas situaciones, por eso lo de las cartitas invitación, son recordatorios. Pero en lugar de revisarlas, argumentan que es solamente por molestar y son medidas recaudatorias e incluso llegan a ser intimidatorias y no sé qué tantas tarugadas se ponen a decir, en lugar de revisar si se está cumpliendo cabalmente con la LSS.
Le pongo un ejemplo muy claro y sencillo.
1.- Una ferretería que vende solamente al público en general y es aperturada el 15 de Enero 2009. Con esta fecha emite su calificación y alta en el IMSS
2.- Durante los años 2010, 2011, no tuvo incidencias, bajaron sus primas de RT
3.- En Mayo 2012 compran varias motocicletas para la entrega de mercancías en algunos de sus clientes. Este cambio mínimo, pareciera no ser importante. Sigue siendo una ferretería que vende refacciones automotrices, antes vendían y ahora continua haciéndolo. Pero ya transformó su servicio, ahora tiene entre sus procesos: la entrega de mercancías mediante el empleo de la motocicletas, así sea el 1% de las ventas las que se surtan. Habría que reevaluar, si cambia de clase y de prima de riesgo o cuando menos de nuevo regresarla a la clase media de la misma clase, simplemente porque ya cambio la manera de darle continuidad al negocio en sus actividades.
Se omite este paso y luego llegarían los del IMSS a verificar. Tiempo después de la carta, que dice. Vigila y cumple, no te hagas pato. Si vas mal regularízate. Si estás bien, pues que bien, gracias.
Qué hacer cuando sucede la llegada de la carta invitación, ATENDERLA, y no me refiero irle a chismear al IMSS de que ando mal, tan solo debo revisar mis procesos de producción, si compre maquinaria distinta a la habitual, eso detonara posiblemente mayores calificaciones por grado de riesgo, que deberemos de reportar.
Si no se hizo en su momento, se pudiera hacer en este momento, de esta manera ya cumple con la ley y la carta invitación. El IMSS ya no le revisara en el pasado con seguridad, pues ya está atendiendo esta cartita.
Que hacen la mayoría, tiran la carta invitación y no hacen algo, luego llegan a sufrir las consecuencias
4.- Que hacer antes de que llegue el agua al cuello. Hacer de nuevo la clasificación de grado de riesgo apropiada. Si llegan ya se realizó correctamente. Y no se pondrán a revisar si en el pasado estuvo bien, pues lo que revisan es el momento actual.
Moraleja:
Las cartas invitación tienen dos maneras de observarse:
1) No sirven que solo es para aterrizar a los pobres contribuyentes.
2) Recordatorios que indicativo de pararme a analizar que andamos mal, si llegasen los del IMSS, me avisan que a lo mejor llegan
quien sabe si lo harán, no se sabe. Pero, mínimo si llegan ya estaríamos bien.