EL PORVENIR
Festejan los abogados su día
Por: Guillermo Jaramillo Torres, Jueves, 12 de Julio de 2007
Que el abogado retome su papel de luchador social, y que en este de júbilo y metas alcanzadas, cada día el abogado sea más ser humano.
Un abogado (del latín advocatus) es aquella persona, licenciada en derecho, que ejerce profesionalmente defensa de las partes en juicio y toda clase de procesos judiciales y administrativos y, en general, el asesoramiento y consejo en materias jurídicas.
En la mayoría de los ordenamientos, para el ejercicio de esta profesión, en algunos países se requiere estar inscrito en un Colegio de Abogados y en otros, es suficiente la autorización del Estado para ejercer.
Debe destacarse que además de su intervención en juicio, una función básica y principal del abogado es la preventiva. Con asesoramiento, una correcta redacción de los contratos y documentos, etc, se evitan conflictos, de forma que el abogado, más que para los pleitos o juicios, sirve para no llegar a ellos. Tanto es así que en la mayoría de los procedimientos judiciales es obligatorio comparecer ante los tribunales asistido o defendido por un abogado.
La actuación profesional del abogado se basa en los principios de libertad e independencia. El principio de buena fe preside las relaciones entre el cliente y el abogado, que está sujeto al secreto profesional.
A través de los Colegios de Abogados u organismos pertinentes, dependiendo del país, existen servicios de asistencia jurídica gratuita para los ciudadanos que carecen de medios económicos para pagar los honorarios de un abogado.
Diversos colectivos profesionales prestan servicios cercanos a los de los abogados, y se trata de profesionales altamente calificados, pero especializados en el asesoramiento o la gestión de cuestiones o en materias muy concretas. El único profesional habilitado para el trámite completo de una cuestión judicial es el abogado.
Dentro del gremio de abogados, las especialidades más habituales suelen ser: Derecho civil, de familia, penal, procesal, mercantil, laboral, tributario, constitucional, ambiental e internacional privado.
Convertirse en abogado
Aunque el inicio de esta nota nos parece un tanto fría, convencional y general, es necesaria para que el trillado concepto de abogado sirva de base a la apología de una figura necesaria para el devenir de la sociedad: la abogacía.
Entre las pláticas de los abogados más longevos suele ser escuchada la frase \"Durante la licenciatura debes ser un estudiante con iniciativa\", frase que es evidenciada en la mayoría de los juristas neoloneses, que cabe mencionar, será el punto a donde nos avocaremos a delimitar este reportaje.
Cuando un estudiante ha decidido formarse como jurista debe tener en consideración el continuo aprendizaje de dicha profesión; como ya se ha mencionado, mantenerse en constante actividad, en la práctica desde los primeros años de su vida estudiantil con tal de consolidar los conocimientos adquiridos.
Los valores morales son inculcados en el individuo desde pequeños, tanto en el hogar como en su familia, y no es una carrera, sea derecho o ninguna otra, la que después de formados, le indicará como conducirse en la vida. Es verdad que son consejos prácticos, como una guía, pero es el mismo individuo el que según sus valores, con los que se ha conducido durante toda su vida, escogerá entre lo que considera correcto o incorrecto.
El estudiante de derecho habrá de saber que los abogados deben soportar los calificativos peyorativos que sobre ellos recae gracias a la mala fama que tiene su profesión, comentarios que van de lo ridículo a lo ofensivo.
Es una profesión que en vez de estar consagrada académicamente, esta un poco mal vista por la sociedad. Dentro de todo, la sociedad no puede catalogar una profesión de buena o mala por la actuación de sus protagonistas, ya que ella misma debe hacerse un mea culpa de los valores que enseña a sus conciudadanos. Un verdadero abogado debe creer en si mismo, en sus ideas, en lo que dice su yo interior. No se deja llevar por la crítica, el doctrinarismo o la injusticia. Debe actuar siempre como lo dicta su moral, y aunque puede consultar las opiniones de los autores y leer jurisprudencia, debe hacer exactamente lo que le indica su conciencia.
El mejor aliado del buen abogado es su fuerza interior, su conciencia. Debe elevarse al resto de la sociedad, y si en algún momento duda sobre cometer una injusticia, debe cambiar de oficio.
Aún y cuando anteriormente señalamos que los conceptos morales provienen en gran parte de la familia, pero comprobado está que la escuela es el segundo hogar, y dentro de las aulas de las escuelas jurídicas, el estudiante deberá reconocer en sus maestros la llave que servirá en un futuro inmediato para afrontar las dificultades que la profesión conlleva.
El maestro es un ser que entrega cuerpo, alma, espacio y tiempo al estudiante, tanto de derecho como de otra profesión; es ahí cuando el alumno, y no solamente el alumno, sino la sociedad entera debe reconocer al docente, al litigante, al funcionario que trabaja con las leyes, por el bien de la sociedad en base a la aplicación, la creación y la enseñanza de las leyes, así como a los impartidores de justicia que en su totalidad conforman el mundo del derecho y por lo mismo son conmemorados con el \"Día del Abogado, el cual se lleva a cabo en nuestro país el 12 de julio de cada año, La conmemoración data del año 1960; dicha fecha fue elegida debido a que en ese día, en el año de 1533, la Real y Pontífica Universidad de México dispuso que quienes se habían inscrito para cursar la carrera de Derecho, escucharan la primera cátedra sobre la materia impartida en América por el Lic. Don Bartolomé Frías y Albornoz.
El abogado
La tradición los llama letrados, o sea, cultivadores de las disciplinas del espíritu. Hay que afinar moralmente que su instrumento de trabajo, que es la palabra en su más amplia acepción debe hacerla palabra honesta, enriquecida con la verdad.
En suma, el abogado que se encasilla en su bufete o en su gabinete de trabajo, casi contemplándose a sí mismo en su torre de marfil, deja automáticamente de serlo.
Es imprescindible que los abogados estén pendientes y atentos de lo que pasa y sucede a nuestro alrededor. El posible egoísmo profesional se debe transformar en altruismo social. Alguna vez escuché \"Seamos sin pretexto ni excusa el ojo sensible y perspicaz, agudo y alerta, de cualquier acción que implique o pueda implicar alteración del orden jurídico; y no por veneración absurda a la mera letra de la ley sino por respeto y lealtad a la moral del pueblo, a sus valores y a su cultura\", citado en algún libro de frases célebres emitidas por abogados.
Para constatar todo lo dicho no hay más que repasar la historia. Los momentos estelares de la Humanidad han coincidido con los de la abogacía: Grecia, Roma, los puntos luminosos de la Edad Media, el Renacimiento, la Revolución Francesa y la Edad Moderna en sus más destacadas etapas.
Hay algo que no cambia ni está sometido a los avatares del destino social o a las vicisitudes de la política; y es el espíritu de la ley, su alma, su esencia. Este es el eje diamantino de la abogacía. De renunciar los abogados a él dejarían al pueblo huérfano de su herencia más preciada.
El verdadero abogado no debe olvidar, sino imitar a los grandes abogados de la Reforma, esa época de oro de la vida nacional, Ignacio Manuel Altamirano, Ignacio Ramírez y Guillermo Prieto (que aunque no abogado en sentido estricto éste último sí fue 15 veces legislador, Diputado en 20 distintos períodos del Congreso de la Unión y partícipe representando a Puebla en el memorable Congreso Constituyente de 1856-1857); abogados estos, tribunos, literatos, poetas, que presididos por el abogado Juárez jamás confundieron las mezquindades de la mala política con la noble altivez al servicio del Derecho y de la Justicia.
Nuevo León y sus abogados
Don José Alejandro de Treviño y Gutiérrez revoluciona, vence y abre brecha al dictar la primer Cátedra de Derecho en nuestro estado, el 19 de enero de 1824. Recordemos que sólo se impartía el derecho canónico en el Colegio del Seminario de Monterrey, en donde Treviño y Gutiérrez fungía como catedrático de esta materia; hasta que un buen 19 de enero, de aquel año de 1824 se impartió la cátedra de derecho civil en la Vieja Casona de Leyes, abriéndose con esto una brecha de lo religioso a lo civil, y por lo tanto de este hecho surgió la Escuela de Jurisprudencia, hoy Facultad de Derecho y Ciencias Sociales.
De esta escuela egresaron seis alumnos, los cuales continuarían abriendo brecha en la sociedad, incorporando en base a esfuerzo, dedicación, estudio, ejercicio de la profesión y la docencia el espíritu buscador del estado de derecho tanto en sus estudiantes, como en sus clientes, dentro de la institución en la cual laboraran o al exterior de la sociedad neolonesa.
Hoy se celebra el día del abogado y con ello también se abre un espacio de reflexión sobre la importancia del estado de derecho y de la existencia de una profesión encargada de asegurar que reine en la sociedad la legalidad y la justicia. Esa profesión es la de los abogados.
El ejercicio de la profesión de la abogacía se da en dos ámbitos, la del estado de derecho, la de la legalidad y la de la justicia, la búsqueda de la justicia. El estado de derecho es condición indispensable para que una sociedad se desarrolle, el respeto al estado de derecho es un imperativo de los gobernantes, el estado de derecho se configura a través de procesos democráticos que establece la sociedad en los marcos constitucionales.
El otro ámbito importante de la misión del abogado es procurar e impartir justicia, es hacer realidad ese principio aquí comentado de dar a cada quien lo que pertenece y en la medida de lo posible incluso ir más allá para hacer realidad el principio de equidad que implica además en justicia tratar de manera desigual a los desiguales.
Sin hacer mención de algunos nombres de abogados ilustres para evitar la omisión de algunos otros, deseamos que la figura del abogado retome su papel de luchador social, y que en este día de reflexión, de júbilo y metas alcanzadas, cada día el abogado sea más abogado, más ser humano. Felicidades.
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Muchas felicidades a los Abogados en su dia en especial a los abogados de cabecera q tenemos en esta comunidad JJFARIAS, LOBOZAC y si mal no recuerdo tmb HURACAN y si me falto alguien nomas avisen
Felicidades.
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