El presente trabajo es resultado varias situaciones y factores, es primero que nada un presente que contadores con algo de camino recorrido desean realizar a los que por estas fechas se van a graduar y que en adelante podremos llamarnos colegas. Es igualmente un intento de atender a inquietudes externadas en distintas ocasiones en los foros, ¿Cuánto se debe cobrar de honorarios?
Una cosa es la escuela y otra la vida real, diferente la teoría a la práctica. De las cosas que en la escuela no se enseñan es cuanto cobrar a los clientes, por ello resulta frecuente que no solo los recién egresados tengan la duda cuando logran hacerse de un cliente ¿Cuánto le debo cobrar?, como queda dicho, la duda no es solo para los recién egresados, ya que dicha inquietud es frecuente hasta en profesionistas con un camino recorrido ante la captación de un cliente nuevo que presenta características diversas a las que tienen sus clientes habituales.
Es indudable que los contadores debemos atender a la frialdad de los números, de esa forma podemos evitar dolores de cabeza posteriores, de esa manera se va a cobrar y se sabrá y no solo se sospechara o estimara lo que se está ganando. Desde luego que cada quien tendrá su particular forma de fijar los honorarios a los clientes, al igual que cada quien es libre de los elementos o factores que va a considerar, pero sin lugar a dudas deben estar presentes consideraciones como la zona geográfica en que se radica o pretende prestar el servicio, los precios de mercado que en dicha localidad se cobran, los costos en que se va a incurrir al prestar el servicio y desde luego la naturaleza misma del trabajo a prestar.
El archivo que se pone a disposición no pretende ser en momento alguno un “tabulador de honorarios”, si acaso pretende ser una herramienta auxiliar al momento de presupuestarlos o bien una herramienta que nos sirva para verificar que realmente estamos cobrando y ganando lo que creemos.
Para la operación del archivo se recomienda leer las recomendaciones que el mismo contiene, que giran sobre tres conceptos;
FACTOR DE UTILIDAD O MARK-UP (MARGEN DE BENEFICIO).-
Representa el porcentaje de utilidad que el profesionista desea obtener. En caso de no tener claro el dato se recomienda partir de bases históricas (en caso de que existan), se obtiene de dividir los ingresos entre los costos.
FACTOR DE PRORRATEO PARA GASTOS COMUNES.-
Si los gastos a considerar en la propuesta de honorarios son de afectación directa para ese potencial cliente, sin problema, el gasto resulta pues atribuible al cien por ciento para el proyecto o cliente, pero no sucede lo mismo con todos los rubros, por ejemplo, el sueldo de la secretaria o recepcionista, el costo del recibo del teléfono, en ese caso es que debe tenerse el conocimiento del gasto que se realiza y dividirlo entre el número de clientes que se supone contribuyen para que lo podamos pagar.
FACTOR DE CARGA LABORAL IMPOSITIVA.-
Realizar una propuesta partiendo de considerar solo el sueldo del personal que va a intervenir es casi un suicidio financiero, ya que debemos considerar los pagos a que nos encontramos sujetos como patrones, cuotas al IMSS, RCV, INFONAVIT e ISN, al menos.
Esperando el presente les resulte de utilidad, les invitamos a realizar su descarga AQUÍ, en caso de desear enriquecer el tema con algún comentario los mismos pueden ser plasmados AQUÍ.