Negocios en mente, ¿y el capital?
Más de un sueño de negocio o empresa no ha sido realizado —incluso algunos ni siquiera han sido iniciados— debido a la falta de recursos para su concreción.
En múltiples ocasiones esto se debe, principalmente, a que los noveles empresarios no logran contar con los recursos monetarios suficientes para 1) iniciar el negocio, 2) consolidarlo y 3) hacerlo crecer en el momento justo.
Algo que debe ser tomado muy en cuenta por toda persona que desee iniciar un negocio no es tan sólo el capital inicial que para el mismo requiere, sino que debe considerar el tiempo probable de recuperación de la inversión. Ya que, de no hacerlo, los desengaños suelen ser dolorosos.
Una vez seleccionado el giro o actividad del negocio a emprender y cuantificado el capital requerido la pregunta obligada es: ¿Dónde lo consigo?
Es de destacar que nunca debe descartarse ni una sola posibilidad de financiamiento, debemos tocar todas las puertas que sean necesarias. Esto es, abandonar la actitud de “a este ni le pido porque ya sé que no me va a prestar”, expongamos nuestras ideas y dejemos que sean los demás los que evalúen la conveniencia de financiarnos o no. Al expresar nuestra, idea lo peor que podremos recibir será una negativa, pero incluso en la negativa misma es probable que obtengamos información (crítica) de elementos que no habíamos considerado, lo que es por sí mismo una ganancia no cuantificable.
Recursos propios, actuales, futuros, probables y planes de ahorro.-
También te puede interesar
Si se es empleado, debemos partir que nuestro salario debe ser visto como una fuente de recursos para el negocio a emprender, igualmente debe contemplarse la posibilidad de negociar un retiro del trabajo en condiciones favorables, lo que de darse representa una inyección de capital. Nunca se recomendará terminar una relación de trabajo en forma negativa, sin embargo y en el evento de que seamos despedidos el finiquito percibido debe ser visto como el fondo inicial para un negocio. Negociar un retiro puede parecernos más complicado de lo que en realidad puede ser, si la actividad del negocio que tenemos en mente guarda relación directa o indirecta con el lugar en el que laboramos, debemos ver como un potencial primer cliente dicha entidad.
De entrada un hecho que no debemos ignorar es que en la definición del giro o actividad a desarrollar se tiene una influencia normal por la actividad en la que nos desenvolvemos, ya que al ser empleados podremos detectar, sufrir o conocer de “necesidades no satisfechas” las cuales siempre representan una oportunidad de negocio.
Queda pues dicho, la primer fuente de capital posible debe ser nuestro ingreso ya existente, al igual que los ingresos que en forma extraordinaria podamos percibir por nuestros servicios, como lo son el aguinaldo, la PTU, gratificaciones extraordinarias y los finiquitos.
Una alternativa adicional lo constituyen los fondos de ahorro. Existe una gama bastante amplia manejados por aseguradoras y sofol’es que te ofrecen la posibilidad de ahorrar cantidades por ti determinadas para reunir cierto capital fijado por ti en el tiempo que consideres conveniente. Las aportaciones a fondos de ahorro son adicionalmente deducibles de ISR. Este esquema puede resultar atractivo si el negocio que se tiene contemplado soporta un periodo de incubación de más de cinco años, o bien puede ser atractivo para personas con excedentes en sus flujos mensuales de recursos que no teniendo negocio alguno en mente deseen contar con un capital para invertir en lo futuro.
Prestamos Bancarios/Programas de Apoyo Gubernamental.-
Esta opción debe ser considerada de entrada como poco viable, debido a que por lo general las líneas de crédito están dirigidas a negocios en marcha, encontrando que por lo regular (incluso los programas de gobierno) solicitan información financiera y fiscal de dos ejercicios anteriores y corte del presente. Siendo por ello poco viable para un negocio nuevo.
Sin embargo y en caso de contar con conocidos/amigos/familiares que tengan ya un negocio operando, puede analizarse la posibilidad de presentar la información de dicho negocio para la gestión del crédito, invitando al conocido/amigo/familiar a formar parte del negocio en calidad de socio. Ya que siempre resulta más atractivo y de mayor seriedad una invitación a asociarse que el sólo pedir prestado para emprender una aventura, con resultados por nadie garantizados.
En este mismo segmento debemos ubicar el posible financiamiento que representan los préstamos adicionales a las líneas de crédito que ofrecen las tarjetas de crédito personales, los que varían en montos y plazos de pago, reconociendo que si bien el financiamiento es caro, no deja de ser una opción a contemplar. La ventaja que tienen es que no hay necesidad de trámite alguno, ya que basta con el aporte de una identificación y un comprobante de domicilio para obtener los recursos que de entrada son ofrecidos por el banco mismo. Estos instrumentos u ofertas de préstamos se realizan por lo regular a tarjeta habientes cumplidos, por lo regular se incluyen en campañas que coinciden con temporadas vacacionales y pueden o no ser independientes a las líneas de crédito existentes.
Familia y amigos, recursos probables.-
Ambos segmentos serán siempre una posible fuente de recursos, así deben ser vistos ambos en caso de negocios.
Debe iniciarse por preparar una lista de posibles candidatos, desde la abuelita, papá, mamá, tíos, primos, hermanas, hasta la suegra, ya que todos representan una potencial fuente inicial (por naturaleza) de recursos a la que se puede acudir. El error en que de común se incurre es el de pretender que uno solo de ellos nos facilite el total de lo requerido, pero algo es claro, para reunir 1’000,000.00, lo mismo da si es una sola persona la que nos lo puede facilitar que si son dos, cinco, diez o veinte. El listado debe contemplar al inicio a los familiares con los que exista una mejor relación personal, ya que serán los más proclives a facilitarnos recursos.
En el segmento de amigos/conocidos al momento de pensar en candidatos para financiar nuestros sueños debemos considerar en primer orden, por lógica, a los de mayores recursos económicos, incluso si la persona ya es un empresario puede facilitarnos las cosas, toda vez que siempre está latente la posibilidad de tener socios en lugar de acreedores. Es decir, es factible que nos encontremos (porque existen más de los que creemos) con empresarios consolidados con deseos de invertir en otros negocios, hasta por el puro placer de enfrentar el reto que significa iniciar un nuevo giro.
Venta de bienes propios prescindibles.-
Una alternativa más para reunir el capital requerido en un negocio inicial lo es sin lugar a dudas los recursos que se pueden obtener por la venta de bienes de nuestra propiedad y que no nos resultan indispensables. Un ejemplo de ello puede serlo el caso de contar con dos vehículos, en cuyo caso debemos valorar que la persecución de nuestro objetivo bien puede valer el prescindir de uno de ellos, ¿de cuál?, cosa de evaluar el tipo de unidades con que se cuente y el uso que se le va a dar a la unidad que se conserve, si se va a destinar al negocio deberá conservarse la que represente menores costos de mantenimiento y servicio, ya que ello ayudará a bajar los costos de operación del negocio.
No debe perderse de vista que no solo autos son lo que podemos vender, cosa de iniciar por hacer un inventario de bienes, identificando a los que les damos poco uso, de los que tenemos más de uno, los que conservamos por cuestiones sentimentales y los que no sabemos ni porque adquirimos, el inicio de un negocio siempre será un buen pretexto para darles salida.
Va a resultar importante y trascendental recordar que “en el pedir está el dar”, por lo que la forma y manera de solicitar el dinero requerido ha de variar de persona a persona y de institución a institución. Ya que con ciertos miembros de la familia o amigos se podrá ser mas abierto y directo que con otros, a algunos deberemos informarles aspectos técnicos, mientras que a otros sólo la necesidad de recursos.
A quiénes unos aspectos y a quiénes otros, es labor personal decidirlo, pero conviene ante todo tener en cuenta las siguientes recomendaciones al gestionar capital para un negocio nuevo:
v No caer en ansiedades y pretender resolver todo en una primera cita o reunión. Debe considerarse ante todo, que quizá la mayor inversión que vamos a realizar o tener que hacer a un negocio nuevo es de tiempo.
v Estar dispuestos a aceptar un no por respuesta. Pero sobre todo ser perceptivos a las posibles razones que para darnos ese “no” nos ofrezcan. Ya se apuntó con antelación, pueden darnos a conocer puntos débiles que no hemos considerado.
v Tener siempre abierta la posibilidad de aceptar socios en nuestros proyectos. Es preferible un socio que comparta riesgos a un acreedor que exija lo que ha prestado.
v Estar dispuestos a firmar contratos/pagarés y documentales necesarias que soporten y garanticen a los que nos facilitan los recursos su pago. De esta disponibilidad debe ser enterado el acreedor, máxime si es familiar o amigo, ya que es una muestra de seriedad.
Las anteriores son pues algunas de las fuentes naturales de recursos que pueden ser listadas a la hora de pensar en un negocio, en obvio de razones sabemos que no son todas las que puedan existir, pero las enunciadas aquí se ubican en un rango de factibilidad y respuestas positivas bastante alto.
Paso a Paso Activación Buzón IMSS
Anexo+7+1a+RMRMF+2020+versio?n+anticipada.pdf
Iniciativa de reforma al 27 y derogación del 32 de LSS
Carga batch sua dispmag