Se suaviza la contracción económica en Argentina en el tercer trimestre de 2018
Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos de Argentina la actividad económica en el tercer trimestre de 2018 se redujo 3,5% en términos anuales debido a la caída de la demanda doméstica. No obstante, el ritmo se desaceleró – en el segundo trimestre del mismo año la economía contrajo 4,0%. En términos trimestrales la economía bajó 0,7% en el tercer trimestre, y 4,1% - en el segundo (fue la caída más pronunciada de la última década).
La causa del retroceso en el tercer trimestre es la debilidad de la economía doméstica. La demanda doméstica cayó 5,0% tras la baja de 1,5% en el segundo trimestre. Asimismo, el crecimiento de consumo privado en el segundo trimestre se sustituyó con la reducción de 4,5% en el tercer trimestre. Los gastos de consumo fueron impactados por la depreciación significativa del peso argentino y por la reducción de subsidios. Todo esto se reflejó en el aumento de inflación y de la caída de la capacidad adquisitiva de la población que aplastaron la confianza de consumidores. Además, las inversiones fijas cayeron 11,2% en el tercer trimestre (los sectores más impactados son maquinaria y equipo de transporte), lo que contrasta con el crecimiento de 2,9% registrado en el trimestre anterior. El consumo público en el tercer trimestre bajó 5,0% frente a la reducción de 2,6% en el segundo. Es el resultado de los intentos del gobierno de reducir el déficit fiscal.
La estadística de comercio exterior mejoró en comparación con el periodo previo. Sin embargo, los cambios estadísticos positivos se deben a que las importaciones bajaron más que las exportaciones. En el segundo trimestre las importaciones crecieron 3,1% mientras que en el tercer trimestre descendieron 10,2% debido a la reducción del consumo privado y la caída de la demanda de los bienes inversionistas. Al mismo tiempo el ritmo de caída de exportaciones bajó. En el segundo trimestre las exportaciones se redujeron 8,5%, y en el tercer trimestre – en 5,9% moderado debido a la mayor producción agropecuaria. Se espera que en 2019 el PIB bajará en 0,9% y en 2020 ya vuelva a crecer.
La economía seguirá bajando en 2019, pero el ritmo de caída se moderará. La presión inflacionista y el aumento de impuestos deteriorarán la capacidad adquisitiva de la gente. La tasa de interés alta y la reducción de inversiones públicas influirán negativamente en las inversiones fijas. La balanza comercial será positiva el año que viene debido al mayor rendimiento del sector agropecuario y a la reducción de exportaciones. El déficit fiscal bajará gracias a la política de economía. El riesgo externo es la actitud de la Reserva Federal de EE.UU- que endurece su política monetaria y crediticia que hace el dólar más caro.