El despido no es una injusticia si se realiza de manera apropiada. Es un derecho también del patrón.
Si de plano no se entra en los planes laborales por algún trabajador, pues debe despedirse. Si bien suena duro y hasta cierto punto cruel, así es la vida.
Si llegamos a ser patrones en ocasiones no tocará el otro lado de la moneda. Los sentimientos, las necesidades serán muy opuestos y distintos.
Pero repito, hay modos de realizar el despido, considerándose que se encuentran personas inmiscuidas, mismas que merecen respeto ante situaciones penosas que deban de realizarse como los despidos.
De darse en buenos términos no tan solo se evitan malos ratos y sin sabores, ambas partes comprenden que es lo mejor que pudo haber sucedido, porque el matrimonio a la fuerza tampoco sería un resultado muy agradable a las dos partes.
Este caso ya se trató en otro tópico, donde indiqué los pormenores de una posible indemnización laboral si fuere procedente,