CENA CON UN AMIGO
Alma miró en su buzón del correo, pero solo había una carta.
La tomó y la miró antes de abrirla, pero luego la miró con más cuidado.
No había sello ni marcas del correo, solamente su nombre y dirección. Leyó la carta:
Querida Alma:
Estaré en tu vecindario el sábado en la tarde y pasaré a visitarte. Con amor;
Jesús
Sus manos temblaban cuando puso la carta sobre la mesa.
"Por qué querrá venir a visitarme el Señor?
Yo no soy nadie en especial, no tengo nada que ofrecerle..."
Pensando en eso, Alma recordó el vacío reinante en los estantes de su cocina.
¡Ay no, no tengo nada para ofrecerle!
Tendré que ir al mercado y conseguir algo para la cena".
Buscó la cartera y vació el contenido sobre la mesa: cinco dólares y cuarenta centavos. "Bueno, compraré algo de pan.
"Se puso un abrigo encima y se apresuró a salir.
Una hogaza de pan francés, media libra de pavo y una caja de leche.
Alma se quedó solamente con doce centavos que le deberían durar hasta el lunes.
Aún así se sintió bien camino a casa, con sus humildes ingredientes bajo el brazo.
"Oiga, señora, nos puede ayudar, señora?"
Alma estaba tan absorta pensando en la cena que no vio las dos figuras que estaban de pie en el pasillo.
Un hombre y una mujer, los dos vestidos con un poco más que harapos.
"Mire, señora, no tengo empleo, usted sabe, y mi mujer y yo hemos estado viviendo allá afuera en la calle y, bueno, está haciendo frío, tenemos hambre, si usted nos puede ayudar, señora, estaríamos muy agradecidos..."
Alma los miró con cuidado.
Estaban sucios y tenían mal olor y, francamente, ella estaba segura de que ellos podrían obtener algún empleo si realmente quisieran.
"Señor, quisiera ayudar, pero yo misma soy una mujer pobre.
Todo lo que tengo es un pedazo de pan, tengo un huésped importante para esta noche y planeaba servirle eso a Él.
"Si, bueno, si señora, entiendo.
Gracias de todos modos."
El hombre puso su brazo alrededor de los hombros de la mujer y se dirigieron a la salida.
A medida que Alma los veía salir, sintió un latido familiar en su corazón.
"Señor, espere"
La pareja se detuvo y volteó a medida que Alma corría hacia ellos y los alcanzaba en la calle.
"Mire: tome esta comida, algo se me ocurrirá para servir a mi invitado...", y extendió la mano con la bolsa de víveres.
"Gracias, señora, muchas gracias!"
"Sí, gracias!", dijo la mujer.
Alma pudo notar que estaba temblando de frío.
"Sabe? tengo otro abrigo en casa.
Tome este".
Alma desabotonó su abrigo y lo deslizó sobre los hombros de la mujer, y sonriendo, volteó y regresó camino a casa sin su abrigo y sin nada que servir a su invitado.
"Gracias, señora, muchas gracias!"
Alma estaba tiritando cuando llegó a la entrada.
Ahora no tenía nada para ofrecerle al Señor.
Buscó rápidamente la llave en la cartera.
Mientras lo hacía notó que había otra carta en el buzón.
"Qué raro, el cartero no viene dos veces en un día."
Tomó el sobre y lo abrió:
Querida Alma:
¡Qué bueno fue volverte a ver!.
Gracias por la deliciosa cena, y gracias también por el hermoso abrigo.
Con amor;
Jesús
Estimados amigos, tengan presente que la navidad esta muy próxima y que miles de familias de escasos recursos esperan nuestra ayuda, revisa tu alacena, tu closet y te darás cuenta que tienes mucho quedar.
Todos podemos ayudar.
DIOS te recompensara.
La escalera de la Vida
Sube, los escalones de tu existencia. Despacio, cauteloso, con mucha calma, inteligencia y buena voluntad, sube los escalones.
Pensando corajosamente siempre en la gloria que se encuentra en el alto de la escalera que estas subiendo.
No cedas ni un segundo al desanimo; no permitas que la indecisión te domine. Aprende a superarlos.
El mundo pertenece a los seres optimistas, corajosos, positivos y sinceros; nunca será de los cobardes, quejosos, indecisos, mentiroso y deshonestos, Estos últimos se quedan en los primeros escalones de la gran escalera.
Si alguien no te recibe a buena gana, ni aceptar tu buena intención, no pierdas el tiempo en comentarios y sentencias acusatorias, pues tal actitud no soluciona el problema.
Y si te caes antes de llegar al escalón al que te propusiste llegar, no desanimes, porque el caer es una oportunidad para levantarte y reaccionar, continuando a subir nuevamente con más fuerza y altruismo.
Victoria no es nunca haber caído, sino levantarse de la caída y seguir alegremente quitando las malas impresiones, prometiéndote a si mismo, mirar con orgullo a los demás escalones que se encuentran adelante y altivamente seguir subiendo.
Sube, sube siempre con coraje, con firmeza con sabiduría y un fuerte deseo de vencer, imponiéndote lo más alto concepto de una vida digna, honrada y bien vivida.
Acuérdate, la victoria es de los que luchan contra las situaciones desfavorables, sin perder el vigor, la fe, y el ideal de la vida.
Si no vences es porque te dejaste contaminar por la ola negra del mal y perdiste el deseo de luchar hasta el final porque, quien lucha, dando el verdadero esplendor a la vida, al bien y persistir, sin retroceder... Vencerá!!!