Cumpliste años hace dias, no soy oportuno en la felicitacion, que si el trabajo, que si compromisos, que si mil cosas, se que nada justifica y se igual que me entienderas y disculparas.
Felipe, no se donde estes ni que ha sido de ti, pero vengo a decirte que te prefiero a ti que a Emilio, es cierto, Emilio es mas eficiente de lo que tu pudiste serlo en tu vida activa, su eficiencia raya en la pulcritud, mientras que tu eras altamente falible, pero te prefiero...
Es cierto, Emilio es mas agil y rapido, cubre mayores distancias de las que solias cubrir tu en esa tu desvencijada bicicleta... No solo en distancias recorridas te supera, la rapidez con que Emilio lo hace te deja atras, muy pero muy detras... y otra cosa, a Emilio no le asustan los perros, ni nunca lo corretean... en cambio a ti Felipe, el perro de la señora de la esquina no te dejaba arrimarte.
Sabes Felipe, el cargamento de Emilio es mas variado de lo que tu solias traer, con decirte que hasta enfermedades o males me puede traer Emilio, mientras que tu Felipe si acaso una gripa me podias contagiar, pero no se porque hoy la nostalgia me invadio y me quede pensando en sin importar la rapidez, la eficiencia, la variedad de carga, me gustaria verte llegar montado en esa bicicleta, con tu carga en la canasta, verte llegar a la puerta, escuchar tus dos silbatazos, recibir tu saludo y ver de quien nos entregabas noticias...
Felipe, ¿la moda te sepulto?, ¿ya te jubilaste?, ¿porque ya no vas a la casa?, ¿sera que mis parientes y amigos han preferido a Emilio?
Saben, llamenme loco, pero a aquel que me haga llegar su direccion prometo enviarle una carta de puño y letra de su servidor, en la que salude y envie buenos deseos, una carta de esas que se escriben en papel, se meten en un sobre y las lleva Felipe, Jaime, Pedro o como se llame el cartero de su colonia. Todo para que Felipe no piense que soy un ingrato que le ha olvidado, todo para que disculpe la pedrada aquella que le tire desde la azotea de mi casa hace como 30 años, total no le di en la cabeza, no mas le pegue en el hombro... todo para que e-mail o Emilio vea que sigo siendo humano.
Felipe, ¿recuerdas la botella de vino que te regalamos en la familia aquel 12 de noviembre en tu dia?, cierto que no era una gran marca, pero iba con afecto y agradecimiento porque acortabas distancias con ese par de hermanos que estaban lejos, esa tia que nunca podia venir a saludarnos, esa nena que tuvo que partir de aqui...
Felipe se llamaba el cartero de mi barrio, algunos no lo crearan, pero el tipo me enseño a rotular los sobres, me explico el remitente y el destinatario, me hizo entender la importancia del codigo postal, me informo sobre como funcionaba un apartado postal, y eso que le ponche la llanta a su bici... No soy su hijo, no vayan a empezar con chistes a mi costa, simplemente Felipe era un gran tipo, entregaba cartas que escribian personas, no estados de cuenta y adeudo... es cierto e-milio es lo de hoy, pero hace dias que tengo nostalgia y quise platicar un poco de Felipe.
Felipe, se despide como siempre, tu seguro y atento servidor.