Mi muy estimado y admirado Kikeleal, te escribo el presente mensaje para decirte que de alguna forma y manera me he enterado que por estas fechas tu salud no es todo lo buena que quisieras y que los que te conocemos y apreciamos te deseamos.
Lo hago confiado en que habrás de disculpar mi atrevimiento, ya que sabes que el sentimiento es sincero, formas parte de esa camarilla que un día decidieron dar espacio y voz a todo aquel que con profesión afín tuviera algo que manifestar. Muchos de los que hoy leen, disfrutan y explotan esta nuestra casa quizá no te conozcan o ubiquen, ya que por tus ocupaciones laborales y personales te has ausentado de los foros de expresión de ideas, pero los que estamos al pendiente de continuar con esta labor de mantener vigente la casa que por reclamo de muchos y entre todos edificamos, sabemos que no has estado fuera del aire, solo fuera de los reflectores, pero siempre al pie del cañón.
Terco como pocos, hasta rayar en la necedad por defender sus puntos de vista, así espero seas ahora con estos inconvenientes que provocan contrariedades en tu salud, aférrate a estar bien. Y al igual que en aquellas épicas batallas cuando en busca del conocimiento o la razón no parabas de leer e investigar, para fundamentar tus participaciones, hoy te exijo buscar todo el apoyo médico que la situación demande, haciendo patente lo que ya sabes, que si algo se ofrece, de este lado del monitor esta una mano amiga dispuesta a brindar el apoyo con todo lo que esté a nuestro alcance.
Sabes, sigue fresco en mi memoria el recuerdo de julio del 2006, cuando tuve oportunidad de estar en tu tierra, conocerte en persona, estrechar tu mano y ver brillo que adquiría tu mirada cuando comentabas de tu “chiquilla” como nombrabas a tu esposa, te convoco a sostener ese brillo en la mirada, te convoco a no dejar nada de lo que te toque para estar de lo mejor a su lado, sabes que vale la pena.
Confió pues en que vas a poner de tu parte todo lo que haya que poner, confió que si algo puede hacer este que se presume como tu amigo por ti me lo hagas saber, un abrazo enorme Enrique, personaje Leal en toda la extensión de la palabra y no solo por apellido. A cuidarse hermano, que tenemos mucho camino por recorrer.