Coordenadas / La reforma fiscal: va por las empresas
El Norte
(19 June 2007).-
Las empresas tendrán que pagar impuestos por el doble de lo que hoy pagan, dice la propuesta de la reforma fiscal.
Al final de cuentas nos quedamos de nuevo con una propuesta fundamentalmente de carácter recaudatorio.
Pero, vamos por partes, y le corrijo algunos de los aspectos que le mencioné ayer.
1.- Le reitero dos aspectos que sí confirmamos. No habrá modificaciones en materia de IVA, ni a alimentos a medicinas, ni tampoco en ningún otro rubro. Habrá impuestos especiales a combustibles, bebidas y tabacos, sólo si las entidades federativas se ponen de acuerdo en aplicarlos. Pero la Federación les dará las potestades para hacerlo.
2.- No se establece un \"flat tax\", en los términos que se ha establecido en Europa Oriental o Irlanda, pues las tasas del Impuesto Sobre la Renta de las personas físicas y las empresas no bajan. En el caso de las empresas es general del 28 por ciento y en el caso de las personas físicas, la tasa marginal máxima se quedará en ese nivel. Lo único que habrá es la integración en una sola tarifa de la tasa y el subsidio. De hecho, habrá reducción del subsidio para los segmentos de más altos ingresos.
3.- Como ya le había comentado, el impuesto especial a los depósitos bancarios en efectivo se impondrá y será de 2 por ciento sobre cantidades superiores a los 20 mil pesos. Como este impuesto será acreditable contra el Impuesto Sobre la Renta, no afectará a quienes, como las tiendas de autoservicio, hagan depósitos de grandes cantidades de efectivo, pero sí a quienes no pagan ISR.
4.- Otro de los ingredientes de la estrategia recaudatoria será un nuevo impuesto, que ascenderá al 20 por ciento, en las actividades de apuestas, que tanto han crecido últimamente por parte de empresas como CIE, Televisa y Grupo Caliente.
5.- Pero, quizá el quid de la reforma fiscal planteada está en un nuevo impuesto, que fue el que nos hizo creer que venía un \"flat tax\". Este nuevo impuesto de tasa única va a sustituir al Impuesto al Activo de las Empresas (IMPAC) y será del 16 por ciento sobre una base mucho más amplia que el ISR.
Me detengo en este caso. Para calcular el ISR actualmente, las empresas obtienen su concepto de utilidad fiscal. El diagnóstico de la Secretaría de Hacienda establece que una gran evasión se produce entre las personas morales y el mayor potencial recaudatorio de la reforma surge de este sector.
Hacienda calcula que el aumento de la captación de impuesto por esta vía será equivalente al 1.8 por ciento del PIB. La recaudación de ISR empresarial estimada para este año es de 1.9 por ciento del PIB. Esto quiere decir que espera que las empresas paguen el doble de impuestos de lo que hoy pagan. Así como lo oye.
Antes de que le vaya a dar el infarto, déjeme explicarle la mecánica que está atrás.
En la determinación de la utilidad que es sujeta del ISR, las empresas deducen los gastos que son indispensables para el proceso productivo. Entre estos gastos se encuentra de manera destacada la nómina, es decir, el pago al factor trabajo, así como otros conceptos como arrendamientos, intereses, regalías, etcétera.
En la determinación del nuevo impuesto sólo se deducirá el consumo intermedio, es decir, las materias primas empleadas, así como las inversiones en activo fijo.
En otras palabras, se establece una base mucho más grande, lo que en términos económicos es el valor agregado.
A esta base se le aplicará el 16 por ciento, comenzando con un 14 por ciento en el primer año de la transición. Si resulta que el impuesto así determinado es superior al ISR que se calculó, entonces la empresa pagará el diferencial entre los dos.
Si resulta que es similar, entonces no pagaría nada más allá de su ISR.
El razonamiento de Hacienda es que el monto \"natural\" de la recaudación del ISR es precisamente un impuesto sobre el valor generado por los factores de la producción.
Las estimaciones de evasión que se han hecho, precisamente parten de ese diferencial.
Sin lugar a dudas, este asunto será el más polémico de la reforma, pues en buena medida concentra el esfuerzo recaudatorio en los contribuyentes cautivos, que son las empresas que ya están en la base del SAT.
Aunque el impuesto de 2 por ciento a los depósitos en efectivo podría tener cierta incidencia sobre la economía informal, no está claro cuál será la recaudación posible.
La razón es que los informales, en lugar de guardar el efectivo en una cuenta bancaria, bien pueden canalizarlo a diversos circuitos informales y crear un \"sistema financiero\" paralelo, como de hecho sucede en varias actividades.
Lo cierto es que la reforma planteada, salvo que tenga alguna sorpresa que no conocemos, está lejos de ser una reforma promotora de la actividad productiva y más bien trata de obtener hoy los recursos que el Gobierno habrá de necesitar para enfrentar los compromisos fiscales de los próximos años.
Recuerde que se estimó que el déficit sería de 3 por ciento del PIB al término del sexenio. Esta es la primera respuesta a esa amenaza y los causantes cargaremos con la factura.
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