Hacienda y Economía defienden impuesto
El Norte
Dario Celis
(07 Diciembre 2006).-
Ni tardos ni perezosos, los productores de refrescos reaccionaron al nuevo impuesto de 5 por ciento que se aplicará a estas bebidas, sin distingo del tipo de endulzante que utilicen para su elaboración: azúcar o fructosa.
La medida viene contenida en el paquete económico que la SHCP, que capitanea Agustín Carstens, envió el martes al Congreso. En el documento también se confirmó el impuesto de 1 peso a cada cajetilla de cigarro, como le adelantamos.
La contraparte fue la ANPRAC, que representa intereses de los principales embotelladores, como Femsa, de José Antonio Fernández Carbajal; y PBG, a cargo de Pablo Lagos; amén de Coca-Cola, que preside James Quincey, y PepsiCo, de Óscar Cázares.
Lo interesante es que como nunca antes se había visto, el Gobierno federal cerró filas creando un frente común para con ésta, que sin duda es una industria influyente, que no tardará en contragolpear la nueva medida tributaria.
La reunión fue encabezada por Eduardo Sojo y asistió además por esa dependencia la Subsecretaria de Industria y Comercio, Rocío Ruiz Chávez. Sin embargo, también se invitó al titular del SAT, José María Zubiría.
El equipo de Carstens estuvo complementado por Julio César Aguilar, en representación del Subsecretario de Ingresos, Fernando Sánchez Ugarte. Los funcionarios dieron una explicación de los alcances y razones de la modificación.
Pero la señal más relevante fue que la SHCP y Economía van aliadas y con un criterio unificado. Quizás sea el nuevo estilo calderonista para defender la fijación de impuestos.
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