Por Alicia Díaz
Monterrey, México (8 diciembre 2008).- Ante la crisis, los contribuyentes mexicanos tendrán que arreglárselas solos, al menos en el aspecto fiscal.
Mientras países como Estados Unidos, Chile, Portugal, España y Brasil apoyan con programas fiscales a sus causantes, dándoles facilidades que les permitan subsistir ante la recesión mundial, el Gobierno mexicano no contempla un plan de apoyo.
Estados Unidos, por ejemplo, creó un paquete por 150 mil millones de dólares en deducciones fiscales para personas físicas y morales que incluye un incremento en la exención fiscal y créditos tributarios para mejorar la eficiencia energética de los hogares.
Chile cuenta con un plan fiscal por mil millones de dólares para combatir la elevada inflación y dar estímulos que revitalicen el crecimiento del País, que incluye una reducción en el precio de la gasolina y rebajas impositivas, además de que agilizó la devolución de impuestos y procedimientos claves para las Pymes.
Portugal bajó el equivalente al ISR y España eliminará el impuesto al patrimonio y aplica una deducción fiscal por 400 euros a asalariados y pensionados.
En contraste, el Gobierno de México ha rehusado dar alivios fiscales, pese a que en las últimas dos semanas cámaras empresariales y organismo civiles pidieron permitir la deducción inmediata de activos fijos en el Distrito Federal, Guadalajara y Monterrey, programas de pagos en parcialidades de impuestos del 2008 y mayores deducciones para el IETU, entre otras medidas.
Carlos Cárdenas, vicepresidente de la comisión fiscal del Instituto Mexicano de Contadores Públicos, señaló que los organismos empresariales piden medidas fiscales que se enfoquen al apoyo de la liquidez, la inversión, la protección del empleo y el ahorro.
Entre las medidas a incluir, enumeró la deducción para el IETU del monto de las inversiones, aun cuando su pago se efectúe dentro de los seis meses siguientes a su adquisición, la deducibilidad de la aportación a los fondos de pensiones y jubilaciones en IETU y permitir las compensaciones extraordinarias a trabajadores, sin carga fiscal y social.
Alfredo Coutiño, economista senior para América Latina de Moodyseconomy.com, señaló que el panorama económico que se avecina justifica que México aplique un programa temporal de estímulos fiscales.
"Como medida temporal, podría ser recomendable dar algún alivio a las empresas en términos de impuestos".
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