Sobrecarga el fisco costos a empresas
Atiborran de formatos y cuestionarios este año; los propios auditores sienten intimidación
Ma. Dolores Ortega y Alberto Barrientos
Monterrey, México (27 marzo 2009).- Urgido de una mayor recaudación, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha ideado la manera de sacarle más a las empresas y pasándoles todo el costo de la fiscalización adicional.
Se trata de una nueva modalidad del "dictamen fiscal" —documento que deben preparar las personas morales cada año—, que a partir del 2009
implicará tres veces más de trabajo y honorarios para los auditores que necesitarán contratar, debido a que la autoridad aumentó los formularios.
A los 22 formatos que ya existían, el fisco agregó 21 más, aparte de dos cuestionarios que contienen unas 300 preguntas.
"Antes, las normas de auditoría nos marcaban trabajar en base a una muestra —en la que no se revisa el 100 por ciento de los datos—, pero en los nuevos cuestionarios se debe responder a todo 'sí' o 'no' (lo que obliga a una revisión exhaustiva)", indicó Jaime García, presidente del Instituto de Contadores Públicos de Nuevo León (ICPNL).
"Algunos (auditores) están teniendo problemas con sus clientes, porque ya habían concluido desde enero sus auditorías, pero ahora resulta que con los cambios, que se dieron a finales de febrero, tendrán que regresar a las empresas y explicarles la nueva situación y negociar nuevos honorarios", refirió García.
Dado lo complejo y costoso del dictamen, los especialistas advirtieron que, incluso, algunas empresas podrían optar por dejar de presentar el dictamen, y hacerse acreedores a una multa de 90 mil pesos.
García señaló que los cambios también están generando entre los especialistas temor por la transferencia de riesgos, ya que el fisco responsabiliza al auditor de las fallas que el dictamen presente.
Para Bernardo Elizondo, fiscalista del Despacho Adame y Elizondo, el SAT gana más y no pierde nada con las nuevas reglas.
"La autoridad necesita recaudar más y lo que está haciendo es utilizar a los contadores como auditores. Los contadores públicos que dictaminan son verdaderos auditores del SAT", apuntó.
"El SAT (por sí solo) apenas tiene capacidad para fiscalizar al 2 por ciento de los patrones, pero tiene a los dictaminadores, cuyos honorarios corren a cargo de las empresas", añadió.
José Luis Elizondo, fiscalista y auditor del Despacho Elizondo Cantú, dijo que para las firmas de contadores, las nuevas disposiciones del dictamen implican a la vez un mayor costo, por la capacitación que tendrán que dar a sus colaboradores.
Ese costo adicional, indicó, no podrán trasladarlo al 100 por ciento a las empresas, dada la mala situación económica que atraviesan.
Los contribuyentes que están obligados a presentar su dictamen fiscal al SAT antes de junio próximo son los que en el 2008 tuvieron ingresos por más de 34 millones de pesos y que emplearon a más de 300 trabajadores en promedio al mes, ya sea de manera individual o por grupo de empresas que tengan.
Ante las reglas de última hora —expedidas en febrero—, el plazo y la situación económica, el Instituto Mexicano de Contadores Públicos está pidiendo al SAT que aplace hasta el siguiente año la aplicación de las modificaciones del dictamen o, al menos, que elimine los cuestionarios referidos.
"Creo que la autoridad de alguna manera va a reconsiderar algunas de las opciones que el Instituto le está planteando", consideró José Luis Elizondo.
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