Estoy evaluando los estados financieros de una empresa para determinar cuanto vale y si si es negocio comprarla o no. Evaluar los números debería ser algo "straighforward" y no presentar complicación alguna, no obstante, resulta que la información financiera esta presentada pues al estilo que usa la empresa y no necesariamente esta siguiendo US GAAP o IFRS, lo cual complica su análisis.
Muchas veces los encargados de finanzas de las empresas olvidan que una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa... internamente puedes preparar la información como mejor le acomode al usuario interno, pero cuando es un tercero el que va a leer la información, la misma se convierte en información financiera que debe incluir la información que indica el cuerpo normativo de que se trate y de esta forma, permitir su análisis.
No se pueden comparar peras con manzanas... la comparabilidad sigue siendo un problema.