Tienen razón colegas en poner este tema en la mesa de discusiones. ¡¿Cuántas profesiones u oficios no se han enfrascado en ese tipo de pleitos, hasta cierto punto divertidos, de a ver quién puede más?! Enfermería vs médicos, Ingeniería vs albañilería, etc. El problema es de pérdida de visión y del alcance profesional; de rebasar las delimitaciones impuestas por los conocimientos teóricos o empíricos que hemos aprendido.
No conozco a ningún contador que no haya invadido la esfera de la abogacía, pero no conozco a algún abogado que haya tratado de incursionar en la contaduría.
Este asunto que comentamos es como cuando alguien manda construir toda una casa al maestro albañil, en lugar de contratar a un ingeniero, y resulta que cuando el dueño invita a todos sus familiares y amigos a la “inauguración”, a la pachanga pues, sus cuates le dicen “pos como que aquí le falló al albañil, ¿no? falta que entre más luz”, o “chales, no me di cuenta de este inche escalón y casi me doy en la madr… por no verlo”. O al revés, podría ser: aquel ingeniero que por falta de chamba se mete a trabajar de albañil, y el primer muro que levanta, pues le sale todo chueco, tabiques salidos, desplomado, etc.
Lo que se necesita es tratar de no perder esa visión de los límites profesionales, algo que creo todos los contadores hemos perdido alguna vez, y me incluyo; como contadores estamos capacitados para comprender el mundo fiscal desde una óptica de la interpretación tributaria, pero hasta ahí. Cuando estudiamos la universidad, o al menos en el plan de estudios que cursé, teníamos varias asignaturas de Derecho, desde la introducción al derecho, filosofía del derecho, derecho civil, mercantil, fiscal, fiscal penal, y creo también derecho administrativo, pero eso no nos capacitó como abogados, y como ciudadano mexicano, contador, etc. debo saber, o al menos debería saber, algo de las leyes que nos rigen, pero hasta ahí.
Así que estimados colegas contadores, podemos ser contadores financieros, contadores de costos, contadores fiscalistas, etc., pero no abogados. El límite está en que, insisto, como todo ciudadano, puedo y debo leer las leyes, empezando por la Constitución, puedo interpretar por ejemplo, la mecánica de cálculo del ISR para régimen intermedio, pero hasta ahí.
A mí me ha funcionado, para no quedar mal con los clientes, tal y como lo apuntan ustedes, que la PLANEACIÓN FISCAL, como contador sí la puedo hacer, pero la DEFENSA FISCAL no, esa la deben hacer los abogánsters, perdón, los abogados.
Atender requerimientos, exhortos, cartas invitación, y demás documentos legales o no que el SAT está enviando, no le veo mucho problema que como contadores los atendamos, claro, siempre y cuando sepamos abordar esa DEFENSA FISCAL BÁSICA, así le llamo yo; pero algunas instancias como los recursos de revocación y similares, juicios de nulidad, etc., ahí sí no debemos meternos como profesión, esa es la DEFENSA FISCAL ESPECIALIZADA, así la llamo yo, ya que ni podríamos acercarnos a ella por carecer de cédula de licenciado en derecho.
Mejor ejerzamos nuestra profesión de contadores, dándoles a los empresarios estados financieros reales, información financiera y estadística valiosa para que valúen mejor su administración, y llevemos los impuestos bien determinados, pa´no tener broncas con los SATánicos, los el Inseguro Social, etc.
Recuerden, el fin de los negocios es obtener ganancias, así que como contadores financieros podemos dar buenos servicios profesionales, ganándonos nuestros honorarios al hacer análisis y pronósticos financieros. Ohh, espero ahora no estar invadiendo el campo de los licenciados en finanzas...
jejejeje
Ooorales, ya llegué a mi aportación #500.