Llevar contabilidad en medios electrónicos es un atender a la realidad y actualidad, ya casi no existe el arrastrar lápiz, registrar libro diario, mayor, eso en estos tiempos ha perdido vigencia. Por lo que la contabilidad electrónica es una realidad, contra eso nada tiene uno, contra lo que esta uno es al tener que enviarla al SAT. No por estar en contra del envió o lo que la autoridad diga en forma permanente, si no por lo inútil o peligroso que va a resultar se envió.
Los CFDI nacen con la idea de la autoridad de terminar con las llamadas operaciones apócrifas o lo que coloquialmente denominan "tráfico de facturas", la pregunta que el contribuyente se hace es, ¿Ha logrado su objetivo el CFDI?, ¿Lo alcanzara en algún momento?, la respuesta me parece que cualquiera la sabe.
Así las cosas, con esos antecedentes, ¿Cuál es la idea de la implementación del envió de la contabilidad a la autoridad?, ¿Una mejor y mas eficiente fiscalización?, ¿Más rápida, sencilla y mejor realizada?, ¿Les servirá realmente para esos fines?, me parece que la respuesta igualmente cualquiera la puede intuir... ante eso, uno se pregunta, ¿Para que aferrarse a algo que de antemano se adivina o intuye no les va a servir?
Si la autoridad quiere fiscalizar mejor, le sugiero lo siguiente;
e-contab obligatoria a Grandes contribuyentes. Formar un grupo de analistas/auditores especializados para vigilar a dicho segmento de contribuyentes.
Opcional a todos los que se dictaminen, con la promesa respetada a rajatabla que si va dictamen opcional y e-contab, las revisiones de auditoria respetan la secuencial de dictamen primero.
Al resto de contribuyentes opcional... Con el atractivo de que al que presente sus acuses de e-contab en NAFINSA se le otorga un crédito PYME del 25% de sus ingresos.
Con esos atractivos de la e-contab se puede suponer serían realmente pocos los que no le entren, entonces es que la labor de fiscalización del SAT se facilita, ya que no vas a revisar a los de e-contab, si no a los que no le entren, porque seguro serán los que van a intentar esconder algo.
He dicho. Conste, no estoy en campaña, para que no me demanden a la fepade.