El impuesto que no tiene padre... ni madre
Lo interesante mas q nada era q sustituia a la tenencia cosa q no incluye esta propuesta nueva de los dipu-tables del pan de ahi q Enrique Quintana tambien lo alla bautizado como el HUERFANITO.
El impuesto que no tiene padre... ni madre
Enrique Quintana
7 Sep. 07
El impuesto especial de 5.5 por ciento a las gasolinas ya puede denominarse el huerfanito.
El pobre está tan feo, que nadie quiere reconocer su paternidad.
La realidad es que su historia es muy simple. Es hijo de la propuesta que Hacienda mandó al Congreso, pero entonces venía envuelto en la forma de impuesto estatal y no tenía un tamaño fijo.
Luego, los Estados priistas empujaron a sus legisladores para que lo convirtieran de un impuesto estatal a otro federal, pero que fuera 100 por ciento participable, es decir, que todo lo recaudado se fuera a los Estados.
Pero no quedó allí. Ante la versión de que el PRI era el padre, el PAN salió a lavar el honor de los priistas y no sólo se reconoció públicamente como el pecador, sino que le dio su apellido al formalizar la propuesta, pero ahora con un aumento de 4.5 por ciento para repartirse entre todas las entidades y un punto porcentual adicional, sólo para los Estados más pobres.
El problema es que a la familia no le gustó el gesto de Héctor Larios al reconocerse como padre, y Manuel Espino ya empezó a contar otra historia al decir que aunque los papeles le den la paternidad al PAN en realidad se trata del resultado de una movida de los Gobernadores priistas, a los que generosamente el PAN está cubriendo.
Pero, además, otro de los protagonistas de la telenovela, Marcelo Ebrard, salió en el camino a repudiarlo al decir que era un impuesto que iba a costarle dinero a la mayoría.
Lo que no dijo Marcelo es que el DF no le hará el feo a este dinero que provendrá de los bolsillos de la mayoría. Así que repudiado o no, el impuesto le va a ser muy productivo al Gobierno capitalino.
Quién sabe cuántos puntos de popularidad, perdón, obras públicas ya estén contemplándose con la lana que el impuesto va a llevar al Distrito Federal.
Y, ya para acabar, el Gobernador del Banco de México también lo vio tan feo que advirtió que tuvieran cuidado con él. No por lo que él directamente es capaz de hacer, sino por todo lo que traerá consigo.
Bueno, pues le aseguro que, con todo y lo feíto que está el impuesto, a la hora de la verdad, hasta sus críticos más severos en el Gobierno no van a dejar de sacarle jugo.
Total, deben pensar los Gobiernos locales, si ya las gasolinerías son unas cajas registradoras del fisco, que más da que suenen un poquito más.
Como le decía al principio, sin padre... ni madre.
Carambola de reformas Con las reformas que quizá se concreten la próxima semana, el Gobierno ve la posibilidad de hacer una carambola de tres bandas.
En la perspectiva del Gobierno de Calderón -que no del PAN- hay una banda más, además de la fiscal y electoral.
Vamos una por una.
La primera es que asegura más recursos para el próximo año. A pesar de que no se incluyan en el Presupuesto que va a ser enviado mañana, el hecho es que la reforma fiscal le daría poco más de 100 mil millones de pesos más al Gobierno federal y unos 5 mil millones adicionales a los Gobiernos estatales. Y, no hay quien le haga el feo a esas sumas.
La segunda banda tiene que ver con la imagen que daría la administración de Calderón, que antes de cumplir 12 meses en Los Pinos ya habría sacado adelante tres reformas cruciales: la del ISSSTE, la fiscal y la electoral, cuando en los seis años de Fox no salió ninguna de las importantes.
La tercera banda tiene que ver con el hecho de que los medios electrónicos perderían protagonismo en los procesos electorales federales. En los últimos años la televisión se convirtió en uno de los grandes electores. Con las nuevas reglas, no sólo dejaría de percibir varios cientos de millones de dólares en cada campaña federal, sino que perdería influencia, y el Gobierno confía en ocupar el vacío de poder que dejarían las televisoras.
Le había anticipado al comenzar la semana que los mercados financieros se iban a poner eufóricos si las reformas se concretaban o se iban a desencantar en caso de que se percibiera que no iban a salir.
Hasta ahora no ha sucedido ni una cosa ni la otra porque sigue el suspenso.
Sin embargo, poco a poco la balanza está inclinándose hacia la salida negociada.
Así que todavía se puede encender la euforia la siguiente semana.
Y, tenga por seguro que, al margen de la discusión que se está produciendo en los círculos políticos e intelectuales, a la mayor parte de los inversionistas no les importa si se va a quedar Ugalde o no.
Que si es una vendetta de los perdedores, en esta perspectiva, es lo de menos.
Lo de más es que el resultado pueda ser un sistema estable y confiable, y una reforma fiscal que le pueda poner un dique -así sea temporal- a la crisis financiera que se perfila por allá en la segunda parte del sexenio.
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El dinero tras el impuesto
El atractivo del impuesto de 5.5 por ciento a las gasolinas y el diesel es que el simple aumento del parque vehicular asegura un incremento del consumo, que se va a traducir también en una mayor captación del impuesto.
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Pues el \"bastardillo\" dice que tiene ojos azules, no verde... no tiene piel amarilla, ni el pelo tricolor... en fin, habra que buscar entre los posibles responsble al procreador...
Saludos.
Más que excelente y mejor apropiado..... 
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