En fechas pasadas se dio a conocer un padrón de contribuyentes beneficiados con descuentos o reducción de adeudos de naturaleza fiscal, salieron a la luz nombre de empresas y personas conocidas por diversas causas, de cierta fama y trascendencia. Deber y no poder pagar no es tan extraño en un país con un sistema tributario complejo y crisis económica y de confianza recurrente. Por lo que cuando surgen programas de ese tipo, que viene a estimular el poder liquidar el adeudo accediendo a ciertos beneficios (descuentos) no aprovecharlo sería un absurdo, incluso si el especialista que te atiende no te lo informa se le puede tachar a dicho asesor por lo menos de desinformado.
Dos personajes cercanos al actual presidente de la república, omitiremos sus nombres dado que sin citarlos damos por descontado que los conocen, al saber que sus nombres se incluían en dicho padrón realizaron declaraciones a medios de información responsabilizando de lo que debían a “errores del contador”. ¿Es factible?, claro, si el contador es un ser humano, si los seres humanos cometen errores, luego entonces es factible. ¿Es creíble?, por los montos que se manejan les otorgaron de condonación NO, por los argumentos ofrecidos por una de las implicadas, MENOS. Mira que decir que te cobran impuestos por haberte equivocado de régimen, cuando los impuestos se cobran por utilidad obtenidas, las diferencias en auditoria o son por ingresos omitidos, deducciones improcedentes o ambas en conjunto.
El titular del ejecutivo bien haría en solo solicitar a sus allegados(as) presenten la documentación que integra el expediente para haber accedido a ese beneficio (legal por cierto y lo que nadie está cuestionando), todo bajo el entendido que la rendición de cuentas es una obligación y no una dadiva. Puntualizando y señalando de manera clara y precisa en que consistió el “error del contador”.
Que a los pocos días venga el SAT con una campaña en la que a los contadores les indica que realizan actividades vulnerables (lavado de dinero), tan solo por tener manifestada como actividad preponderante la de “servicios de contabilidad y auditoría”, y ante las tibias respuestas de los distintos organismos que nos agrupan obliga a cualquier contador, colegiado o no a decirle; Señor presidente, igual que usted le dijo al INE, le decimos, "vámonos respetando, porque no todos somos iguales".